La gran ventaja de que existan bandas tributo es que los fans de aquellas agrupaciones que ya no existen, o que sus integrantes fallecieron, es la capacidad de transmitir en un concierto en vivo esas canciones amadas, marcando un momento de fascinación colectiva entre miles de personas que quieren y respetan esa música. Volverlas a escuchar en comunidad con otros que sienten lo mismo es una de la mejores experiencias. Por algo seguimos yendo a recitales cuando llega al país nuestro artista favorito. Pero cuando eso ya no se puede dar, tenemos afortunadamente a grandes músicos que recrean canciones inolvidables con el mismo amor con que las escuchan los fanáticos.
El caso de Genetics es muy especial, no sólo porque como dijimos son grandes músicos los que integran esta agrupación, sino porque toman álbumes de tiempos en los que la producción musical era de excelencia para replicarlos en cada acorde con fidelidad y compromiso. Así ocurrió el miércoles 16 de abril cuando el quinteto argentino despidió en el teatro Coliseo nada menos que al impresionante The Lamb Lies Down on Broadway culminando su 50 aniversario.
En 1974, la banda británica presentó su disco más ambicioso, producto de un verdadero seleccionado de talentos: Peter Gabriel (voz, flauta), Tony Banks (teclados), Mike Rutherford (bajo, guitarras), Steve Hackett (guitarras) y Phil Collins (batería). Se trata de una de las obras más originales y bellas de la historia del rock, partiendo de la figura de Rael, un portorriqueño en New York desarrollando una travesía en búsqueda de su propia identidad. Además, durante la gira de conciertos de este disco doble conceptual fue cuando Gabriel anunció que dejaba la agrupación. Así que es todo un antes y un después sonoro para los iradores de la creatividad de Genesis.
Menuda responsabilidad que tomaron Daniel Rawsi (batería, percusión, voz), Claudio Lafalce (bajo, guitarra, pedalera de bajos, voz), Leo Fernández (guitarra, bajo, pedalera de bajos, voz), Horacio Pozzo (teclados, guitarra) y Tomás Price (voz, flauta, percusión). Después de una gira por Chile y Brasil, siempre respetando hasta el milímetro las grabaciones originales y una puesta en escena que recrea los conciertos de la época, especialmente el rol de Gabriel que el cantante Price replica, un tributo al Genesis de los '70, que era muy visual.
Así se sucedieron ante una platea colmada, canciones como In he Cage, Counting Out Time, Aniway o Rigind the Scree, en interpretaciones perfectas para el oído del conocedor que las escuchó miles de veces en un Winco. También hicieron algunas canciones de Foxtrot (del '72) para completar las dos horas de show impecable que fue vitoreado por los asistentes, una comunidad compuesta por fans desde la adolescencia y nuevas generaciones que descubrieron el virtuosismo original a través de esta recreación maravillosa.
Informe: Carlos Boria.