Con una propuesta muy original, que parte del texto y se complementa con la puesta, Empalme Lobos se presenta todos los sábados en Espacio Callejón (Humahuaca 3759, CABA). Se trata de una obra de Miguel Montes con dirección de Andrés García Dietze y Silvina Bailo sobre tres amigos que, en una travesía viaje en bicicleta, enfrentan imprevistos que sacuden sus vínculos y los confrontan con sus deseos, frustraciones y modelos de vida.
Tres amigos en mitad de sus vidas pedaleando en un camino rural. A medida que avanzan el paisaje se va enrareciendo, quizás el camino resulte menos ingenuo y no tan recreativo como pensaban, aunque lejos quedó el punto de partida, e incierto es todavía el punto de llegada. Parece no haber mapas, todo se va trazando a medida que se recorre. Y ese recorrido también está atravesado por cuestiones que tienen ver con la generación a la que pertenecen, y de cómo los imprevistos que van surgiendo van poniendo en evidencia ciertos modelos de ser y de vincularse que comienzan a agrietarse. Es justamente en esas grietas donde transitamos junto a ellos los deseos ocultos, las frustraciones, lo que no se termina de decir pero está latente, buscando la forma de salir de alguna manera.
Los protagonistas son Claudio Amato, Federico Ibarra y Darío Set. Justamente tuvimos oportunidad de conversar con este último sobre la exigencia física e interpretativa que les demanda Empalme Lobos, y esto es lo que contó:
"Creamos la ficción de que los personajes se trasladan en esta travesía que hacen juntos -reveló el actor durante la entrevista-. Pero bueno, lo más importante de la obra ocurre justamente cuando ellos se detienen en diferentes lugares en esta travesía que es entre el pueblo de Cañuelas y Lobos. Pese a que se puede pensar que es exigido para nosotros pedalear mucho tiempo sobre el escenario, para mi lo era más para la dirección y para la escenografía, porque tenían que resolver cómo lo íbamos a hacer. Y finalmente lo pudieron resolver bien. Reconozco que físicamente sí es una exigencia por momentos, porque hay que decir el texto y pedalear al mismo tiempo, pero ya lo hemos ido solucionando".
El diseño de iluminación es de Leandro Orellano, el sonoro de Guillermo Pesoa, el escenográfico y arte de Nora Monkman y Federico Hurtado, la producción ejecutiva de Anabella Llanos y la general de Grupo Punto Fijo. Las funciones son los sábados a las 22. Encontrá acá más info sobre las entradas.