A cien años de la creación de sus cuerpos artísticos estables, el Teatro Colón celebró este miércoles una de las fechas más importantes de su historia. En una ceremonia realizada en el Salón Dorado, con presencia de autoridades, artistas y representantes del mundo cultural, se presentó el libro Cien años de los Elencos Estables del Teatro Colón, una publicación que rinde homenaje al legado del Ballet, el Coro y la Orquesta, pilares fundamentales de la identidad del gran coliseo porteño.
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El acto contó con la participación del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri; la ministra de Cultura, Gabriela Ricardes; el jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny; y el director general del Teatro Colón, Gerardo Grieco, entre otras figuras del ámbito público y privado.
Desde su inauguración en 1908, el Teatro Colón se consolidó como una de las principales salas líricas del mundo. Sin embargo, recién en 1925 se creó una política cultural clave y fue la conformación de elencos estables que permitieran consolidar un lenguaje propio, garantizar continuidad en la producción artística y reducir la dependencia de compañías extranjeras.
“Este aniversario es un momento histórico. Hay muy pocas instituciones en la Argentina que lleguen a los 100 años con este nivel de vigencia, prestigio y proyección internacional”, expresó Jorge Macri. En su discurso, el jefe de Gobierno destacó la importancia del capital humano: “Lo más importante que tiene esta Ciudad es su gente y lo más importante que tiene este teatro son sus artistas”.
Además, destacó la incorporación de Julio Bocca como director del Ballet Estable como parte de una apuesta por la excelencia y el futuro: “Volver a traer a los mejores y que estos artistas conquisten el mundo es nuestro desafío”, subrayó.
Durante la ceremonia, se presentó el libro conmemorativo que reúne más de 200 páginas de imágenes, testimonios e investigaciones sobre los cien años de historia de los cuerpos artísticos del Colón. El trabajo editorial fue posible gracias al esfuerzo colectivo de más de cuarenta personas, entre escritores, fotógrafos, investigadores y artistas.
Uno de los instantes más conmovedores del evento se vivió cuando el Coro Estable del Teatro Colón, bajo la dirección de Miguel Martínez, sorprendió al público con una interpretación inesperada de Va, pensiero, de la ópera Nabucco de Giuseppe Verdi. La emoción que generó fue tan intensa que, ante el pedido unánime de los asistentes, la pieza fue repetida, dejando una atmósfera cargada de sensibilidad y aplausos.
La ceremonia también ofreció espacio para voces emblemáticas de la historia viva del Colón. Julia Manzitti, una figura entrañable del Coro Estable, compartió su experiencia con una calidez que conmovió a todos. A su vez, Haydee Zipman, pionera en la Orquesta Estable como su primera violinista mujer, brindó unas palabras cargadas de emoción y memoria, que destacaron la evolución y el compromiso de la institución con la excelencia y la inclusión.
“Este libro es mucho más que un registro documental. Es un gesto de amor y de compromiso con los sueños de los fundadores del Teatro Colón. Un símbolo del legado y también una hoja de ruta hacia el futuro”, expresó Gerardo Grieco, quien agradeció especialmente al equipo que logró compilar en tiempo récord el material histórico.
Grieco destacó la colaboración de instituciones públicas, empresas privadas y del propio personal del teatro, incluidos músicos jubilados que se sumaron al proyecto editorial. “Cada página refleja ese espíritu colectivo que ha mantenido viva a esta institución durante un siglo”, afirmó.
La ministra de Cultura, Gabriela Ricardes, compartió un mensaje emotivo en el que destacó la capacidad transformadora del Teatro Colón: “Nadie es el mismo después de haber pasado por este espacio. Como artista, como público o como funcionario, el Colón deja una huella que no se borra”.
Ricardes habló también de la responsabilidad que implica honrar ese legado y, a la vez, mirar hacia adelante: “Los 100 años no solo celebran el pasado; también encienden nuevas ocasiones para transmitir este fuego sagrado a las generaciones que vienen”.
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Por su parte, Macri insistió en que la cultura debe ser entendida como una de las inversiones más valiosas para una sociedad. “La cultura nos transforma a lo largo de la vida. Es lo que da sentido a lo que hacemos y lo que nos conecta con lo más profundo del ser humano”, concluyó.
“El arte nos une. La historia nos inspira.” Así cierra el prólogo del libro. Una frase que sintetiza no solo el espíritu del Teatro Colón, sino también el desafío de sostener, proyectar y seguir haciendo historia desde uno de los escenarios más emblemáticos del mundo.
EM
