SOCIEDAD
Crímenes intrafamiliares

Masacre de Tres Arroyos y Villa Crespo, dos tragedias familiares que pusieron en foco a la salud mental

Dos casos generaron una gran conmoción en la sociedad, después de que una mujer del barrio porteño y un hombre de la localidad bonaerense mataran a sus familias antes de suicidarse. Tras conocerse que los sospechosos eran pacientes psiquiátricos se generan debates en torno a la Ley de Salud Mental.

Masacre Villa Crespo y Tres Arroyos 20250609
Masacre Villa Crespo y Tres Arroyos 20250609 | Cedoc

Dos crímenes intrafamiliares estremecieron a la sociedad en las últimas semanas: una mujer mató a puñaladas a su esposo y sus dos hijos antes de suicidarse en el barrio porteño de Villa Crespo; y un hombre asesinó a su pareja y ahogó a sus niños previo a arrojarse debajo de un camión, en la localidad bonaerense de Tres Arroyos. Los casos presentan algunos puntos en común y pusieron en debate la importancia de la salud mental, ya que los autores de los hechos estaban bajo tratamiento psiquiátrico.

Masacre familiar en Tres Arroyos: mató a su esposa, ahogó a sus dos hijos en una zanja y se suicidó tirándose debajo de un camión

En el caso ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires, Laura Leguizamón (51 años) apuñaló a su marido, Adrián Seltzer (53), mientras dormía y luego atacó a sus hijos adolescentes, Ian (15) e Ivo (12). Los cuerpos fueron hallados por la empleada doméstica y el de la mujer estaba en el baño del departamento donde vivían, con una serie de lesiones autoinflingidas en las muñecas y una puñalada en el corazón.

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Por el lado del hecho registrado en la zona costera sur del interior bonaerense, las víctimas fatales fueron identificadas como Fernando Dellarciprete (40), su esposa Rocío Villarreal (35), y sus dos hijos Tiziano y sco, de 8 y 4 años. El hombre, que se desempeñaba como transportista, ahorcó con un cable a la mujer y luego la acuchilló en su casa; para luego retirar a lo nenes en la escuela y conducir su auto por la ruta 228 hasta el paraje San Cayetano, donde los ahogó en una zanja antes de matarse.

Masacre familiar en Tres Arroyos 20250606
Fernando Dellarciprete junto a su familia.

Trasfondos similares, desenlaces excepcionales

En ninguna de las dos situaciones había denuncias de violencia doméstica anteriores, y tanto Leguizamón como Dellarciprete mostraban en sus redes sociales momentos felices junto a sus familias, con imágenes de viajes y otras actividades con sus parejas e hijos. Además, la hermana de la mujer confirmó que su hermana estaba bajo tratamiento psiquiátrico -había tenido episodios en el último año- y se estima que había dejado de tomar la medicación. También fue evaluada para una posible internación, pero el psiquiatra que la atendía dijo que se "mostraba reticente".

Por el lado del camionero, la fiscal Natalia Ramos, a cargo del caso, señaló en la radio local Ecos que había comenzado tiempo atrás un tratamiento, medicado por un profesional de la salud mental. El mismo medio informó que antes de la tragedia el sospechoso había tenido intentos de suicidios y que también había interrumpido la toma de los fármacos, ya que al parecer le generaban somnolencia para trabajar.

Es primordial dejar bien en claro que las patologías psiquiátricas de manera muy excepcional tienen este tipo de desenlace. Así lo afirma a PERFIL el Dr. Rafael Herrera Milano (MN 127.896 M.P. 333.746), perito psiquiatra forense y médico legista que se caracteriza por participar en casos complejos y de alto perfil.

Familia asesinada e Villa Crespo 20250521

"En líneas generales, la mayoría de los casos tienen un tratamiento acotado en el tiempo, con pautas claras y objetivos bien definidos. Hay patologías que son severas en los cuales no se puede hablar de cura pero sí de estabilización o desestabilización. Generalmente en ese grupo podemos incluir a los trastornos bipolares muy graves y a la psicosis en general. Cuando una patología, como las mencionadas, está descompensada, puede tener consecuencias muy complicadas que desemboquen en daños para el paciente o terceros", explica el profesional que ha sido convocado por personas importantes del ámbito social, deportivo, artístico y político.

"Cuando se hace un correcto diagnóstico de estas patologías hay que comunicárselo a la familia", continúa diciendo. "Hay que explicarles que son patologías que no tienen cura, que lo que se va a intentar es estabilizar al paciente y hay que darle pautas de alarma para que sepan cómo manejarse cuando hay signos de alerta y el paciente se empieza a desorganizar", añade en referencia a cambios que puedan presentar en sus hábitos, alteraciones en el sueño, o si empiezan a tener "pensamientos raros o a estar más retraídos".

En esa línea, el perito indica que en las patologías graves el psiquiatra ve al paciente una o dos veces por semana cuando la fase es aguda, mientras que cuando se empieza a estabilizar lo hace cada 15 días, y después una vez al mes. "Cuando el cuadro está estabilizado y el paciente deja de tomar la medicación o la toma de una manera distinta a la que le fue indicada, la única línea de comunicación que tiene un psiquiatra para enterarse de la mala adherencia al tratamiento son los familiares o los psicólogos, que los ven más seguido".

Factores a tener en cuenta

Durante el peritaje realizado en el departamento de Villa Crespo, la Policía Científica encontró medicamentos que estarían vinculados al tratamiento que estaba realizando Leguizamón. Allí se descubrió que había un antipsicótico llamado Olanzapina y un antidepresivo, sertralina. A raíz del hallazgo, se especuló con la posibilidad de que la mujer podía padecer esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar.

Ante esta situación, Herrara Milano advirtió que la medicación "no es homologable" a una patología puntual, ya que si hay una característica que define a los psicofármacos es la versatilidad. "Se puede usar casi cualquier psicofármaco para casi cualquier diagnóstico, en tanto y en cuanto se conozca bien la psicofarmacología, se sepa qué efecto se quiere lograr y eso es consecuencia de la dosis que se va a utilizar", agregó al decir que el abanico es enorme y no se debe aventurar un diagnóstico hasta conocer la palabra del profesional.

Además, remarcó en que la mayoría de los pacientes que están con tratamiento tienen una vida completamente normal. "El tratamiento es por un tiempo determinado, prepautado y no son pasibles de tener estas reacciones. Sí puede pasar en la minoría de los casos, de manera excepcionalísima, que cuando las patologías son muy graves se descompensan.

Dr. Rafael Herrera Milano 20250609
El Dr. Rafael Herrera Milano.

Otro factor a tener muy en cuenta -comenta el perito psiquiatra- y que no se puede descartar es el consumo de sustancias, algo que no trascendió en ninguno de los dos casos pero que Herrera Milano menciona de forma general. "Por sí solo ya puede traer consecuencias nefastas y ni hablar cuando se combina con alguna de estas patologías graves. Exacerban aún más la mala respuesta al tratamiento y tiene mayor probabilidad de que tengan un desenlace fatal para para ellos o para terceros".

"Hay que destacar que la columna vertebral de estos hechos suele ser la salud mental y/o las adicciones, pero no por eso hay que directamente relacionarlo con el paciente, o que el homicida, suicida, felicida o femicida tenga una patología mental. A veces hay conductas que son puramente delictivas y no por eso hay que psiquirizarlas", expresó.

Por último, planteó que hay veces que, cuando no entra por la lógica o por la razón o es algo tan antinatural, existe la posibilidad que sea una alteración mental. "Tomamos como ejemplo lo de Tres Arroyos; el hombre primero mata a la mujer, después va y mata a los chicos, luego intenta matarse él y al final se suicida tirándose debajo de un camión. Toda esa desorganización en su psiquismo habla a las claras de una patología mental, no puede estar sustentado en otra etiología posible".

Críticas a la Ley de Salud Mental

Finalmente, el perito manifestó que los familiares tienen que estar bien instruidos por el psiquiatra para que ante cualquier eventualidad sepan qué curso de acción tomar, ya sea, hablar con el psiquiatra o llamar a una emergencia: "Aquí entra otra arista muy importante que es problemática y que una vez más se hace presente, que es la deficiente Ley de Salud Mental que tenemos".

Los casos ponen de nuevo sobre la mesa la necesidad de revisar còmo se aborda el tema en Argentina. Ante el modelo que se impulsa, Herrera Milano dijo que, desde el 2010, "venimos sometidos a una normativa ineficiente y que genera numerosas muertes, ya sea en pacientes descompensados y allegados". Luego, añadió que cuando se forjó la Ley 26.657, "no se convocó a ninguna asociación de psiquiatras, que somos los que estamos en la primera línea de batalla y conocemos la urgencia" y que la misma dicta que para que un paciente se interne "tiene que presentar riesgo cierto e inminente para sí o terceros".

Masacre de Villa Crespo: la carta encontrada en el departamento fue escrita por Laura Leguizamón

Sobre este último punto, comentó que se trata de "una falsa premisa", porque "si es un riesgo no puede ser cierto ni inminente, es una probabilidad". Entre otras críticas, precisó que si un paciente no se quiere internar no se lo puede internar compulsivamente si no presenta ese riesgo: "supongamos que tiene un historial crónico de internaciones y adicciones, ese día se lo evalúa y no consumió y está bien manifiesta que no se quiere internar, no se lo interna. Se ve la foto, no se ve la película, es un desastre".

Con respecto a las internaciones involuntarias, las cuales deben judicializarse, el profesional sostuvo que según la ley "es muy sencillo de realizar" pero en realidad es un "mecanismo complejo que no está aceitado y es un escollo más" para realizarlo. "Quieren hacer ver a los psiquiatras como opresores sociales que usamos la medicación para castigar al paciente y se generó un garantismo psiquiátrico, como si solo quisiéramos dopar a la gente y encerrarla cuando estamos lejos de eso, lo único que queremos es preservarlos, compensarlos a ellos, a la sociedad, sus familiares y darle a las enfermedades graves el tratamiento que requieren".

Sobre las críticas al acompañamiento, que va desde falta de recursos a equipos interdisciplinarios, cuestionó la idea de que no se abran más neuropsiquiátricos y se quiere internar a pacientes en hospitales generales. "Imagínense si tiene un brote psicótico, el paciente psiquiátrico no puede estar 24 horas en una cama, tiene que tener su espacio para deambular, terapia ocupacional, tiempo de recreamiento; no están dadas las condiciones edilicias".

FP/ff