El diputado nacional Gerardo Milman se presentó en el juzgado federal a cargo de María Eugenia Capuchetti para brindar una declaración testimonial vinculada al intento de asesinato que sufrió la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el 1 de septiembre de 2022.
La declaración de Milman era muy esperada, ya que distintas versiones habían circulado sobre la posibilidad de que el diputado denunciaría la existencia de un "autoatentado" orquestado por Cristina Kirchner o su entorno, una hipótesis que ganó fuerza tras ser difundida por algunos periodistas esta semana.
Sin llegar a desmentirlo, el propio Millman dijo este miércoles que en la declaración iba "a dar ideas" sobre los posibles autores intelectaules del intento de magnicidio.
La presentación fue en el marco de una declaración espontánea, en la que el legislador del PRO solicitó su sobreseimiento, y alegó que no existe prueba alguna que lo vincule con el ataque. Milman fue señalado por una denuncia de Jorge Abello, asesor del exdiputado kirchnerista Marcos Cleri, quien afirmó haberlo escuchado decir dos días antes del atentado: “Cuando esté muerta yo voy a estar en la costa”.
Ante la jueza Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, Milman sostuvo que si existieron autores intelectuales del atentado, “deben buscarse en las entrañas del poder de entonces, no en mí”.
Según pudo saber El Parlamentario, Milman llevó una cronología detallada de hechos que, a su entender, muestran una intencionalidad política detrás de su vinculación al caso.
Identificó tres episodios que, según él, explican por qué lo habrían querido comprometer:
- La escala en Seychelles: Durante su primer mandato como diputado, en medio del debate por la ley de blanqueo, Milman denunció en el Congreso una escala “no prevista” que la entonces presidenta Cristina Kirchner hizo en las islas Seychelles, “un paraíso fiscal”. Agustín Rossi, entonces jefe del bloque del Frente para la Victoria, lo acusó de mentir, pero Milman mostró una copia del Boletín Oficial que confirmaba sus dichos.
- La Ley de Medios y Clarín: Mientras integraba el directorio de la AFSCA, Milman y Marcelo Stubrin firmaron un dictamen en minoría contra la intervención del Grupo Clarín anunciada por Martín Sabbatella. Ese documento fue luego utilizado por el multimedio para cuestionar legalmente la medida, y la Justicia les dio la razón.
- El avión venezolano-iraní: Milman fue quien denunció en el juzgado de Federico Villena el ingreso irregular de una aeronave con tripulación iraní y venezolana durante el gobierno de Alberto Fernández. Ya bajo la presidencia de Javier Milei, impulsó dos denuncias contra el entonces ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y contra Agustín Rossi, interventor de la AFI.
Según el legislador, estos antecedentes motivaron una “vendetta política” para vincularlo con el intento de magnicidio.
Críticas al entorno de Cristina Kirchner y cuestionamientos a la investigación
Durante su exposición, Milman cuestionó directamente al entorno de Cristina Kirchner. Expresó sospechas sobre las circunstancias del atentado, y señaló el estado del arma: según explicó, aunque tenía balas en el cargador, no había una en la recámara, por lo que no podía disparar aunque se gatillara varias veces.
También recordó el mensaje en cadena nacional que dio Alberto Fernández la noche del atentado, cuando habló de un “discurso de odio” atribuido a “espacios políticos, judiciales y mediáticos”. Para Milman, el entonces presidente ya tenía culpables designados.
Respecto de la denuncia de Jorge Abello, Milman lo acusó de “falso testimonio”. Sostuvo que si la frase atribuida fuera cierta, cualquier autor intelectual del atentado hubiera buscado alejarse de la escena. Sin embargo, él se encontraba en Pinamar esa mañana, de donde partió a las 8 y llegó a la Ciudad de Buenos Aires a las 12:15 del 1 de septiembre.
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Qué dijo Gerardo Milman sobre su celular y las acusaciones en su contra
El legislador también se refirió al contenido de su teléfono celular, que entregó a la Justicia. Aclaró que, por tener o con agencias internacionales de inteligencia y por cuestiones personales, borra periódicamente sus comunicaciones para prevenir hackeos o pérdidas del dispositivo.
Denunció además una persecución mediática en su contra: mencionó que en el Congreso recibió gritos de “asesino” por parte de legisladores oficialistas y que medios afines al kirchnerismo divulgaron sus facturas, resúmenes de tarjeta de crédito y datos fiscales, violando su privacidad. Aseguró incluso que fue perseguido por la propia AFIP.
También habló de las dos colaboradoras que lo acompañaban cuando, según Abello, pronunció la frase. Contó que una de ellas atravesaba una situación emocional muy difícil tras ser despedida por la presidenta de Diputados, Cecilia Moreau. Según Milman, esta mujer se presentó luego ante la Justicia diciendo que su teléfono había sido borrado por un perito en una ONG dirigida por él. Milman deslizó que “le habrían pagado para decir eso” y sostuvo que si efectivamente el teléfono fue borrado, “fue motu proprio”.
Dudas y omisiones en la seguridad del día del atentado
Milman planteó dudas sobre cómo se produjo el ataque a Cristina. Apuntó a la ausencia del jefe de su custodia, el comisario general Diego Carbone, quien viajó a Río de Janeiro a participar de un torneo de kickboxing y no estuvo el día del hecho, ya que había decidido atenderse una lesión en la mano.
También recordó que, días antes del atentado, el entonces ministro Aníbal Fernández había dispuesto aumentar la custodia personal de la vicepresidenta, y denunció que la Policía de la Ciudad había colocado una cámara adicional apuntando a su domicilio.
Sobre el atacante, Fernando Sabag Montiel, remarcó que no fue detenido por la Policía Federal, sino por militantes de La Cámpora. Lo mismo ocurrió con el hallazgo del arma y el celular, que también fueron recuperados por militantes. Cuando Sabag logró escapar momentáneamente, quien lo detuvo fue la Policía de la Ciudad.
Milman también mencionó que la pareja de Sabag, Brenda Uliarte, y el llamado “jefe de los copitos” lograron fugarse del lugar sin mayores complicaciones, pese a estar cerca.
Las sospechas de Milman sobre La Cámpora y el rol de los propios
El diputado señaló al militante camporista Cristóbal José Elgueta Collado, quien filmó el video del intento de asesinato y fue autorizado a ingresar al edificio donde vivía Cristina Kirchner. A él y a su amiga Sofía Manusovich –a quien le envió el video– les ordenaron borrar el material. Milman se preguntó por qué alguien vestido de civil y supuestamente perteneciente a la custodia de CFK borró la principal prueba del caso.
También citó un tuit del abogado Gregorio Dalbón, quien el 9 de septiembre de 2022 escribió que “cuando Cristina lo desee, se juzgará a autores materiales, intelectuales, cómplices y encubridores”, y agregó que su “olfato le decía que el enemigo era tropa propia”.
Por último, cuestionó el accionar de un cabo de la Policía Federal que, sin experiencia técnica, terminó borrando el celular de Sabag Montiel.
En su cierre, Milman fue categórico: “No sé si hubo uno o varios autores intelectuales, pero hay que buscarlos. De lo que sí estoy absolutamente seguro es de que soy absolutamente inocente”, declaró ante la jueza y el fiscal.
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