El Vaticano emitió la primera fumata negra tras más de tres horas de espera, reflejando la falta de consenso entre los cardenales y dando lugar a una serie de negociaciones internas.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la politóloga Fernanda Cornejo, quien comentó que, “tres horas quince esperamos para la fumata negra, que era de esperarse". La demora fue atribuida a cuestiones logísticas y de comunicación: “El 80% de los cardenales que asistieron a este cónclave son nuevos”, por lo que se debieron revisar protocolos y realizar traducciones del italiano, idioma principal del encuentro.
El símbolo de la chimenea y el secreto absoluto
Sin a información oficial, el mundo depende de un solo signo: el humo. “No se puede tener ninguna comunicación oficial del interior”, señaló Cornejo. “El único diálogo entre los feligreses y quienes están en la Capilla Sixtina es la chimenea”, una metáfora de lo hermético del proceso. Aunque se conocen algunas filtraciones, “hay información que no es verificable, que no es chequeable”, por lo que los trascendidos deben tomarse con cautela.
¿Qué pasa cuando hay un elegido?
El protocolo marca que, de alcanzarse la mayoría de dos tercios, un obispo se acerca al elegido para preguntarle si acepta el papado. “En caso de aceptar, se le pregunta cuál será el nombre que quiere llevar”, explicó Cornejo. Ese anuncio al mundo, el célebre “Habemus Papam”, será pronunciado por el protodiácono Dominique Manverti, un cardenal francés con la mayor antigüedad del colegio.
Poder eclesiástico y operadores políticos
La elección del Papa también es política. “Hay un jefe de bloques muy notorio, que vendría siendo el que está ordenado de alguna manera por Donald Trump”, afirmó Cornejo al referirse al cardenal estadounidense Raymond Burke. Aunque alguna vez se intentó posicionarlo como Papa, hoy cumple funciones de articulador dentro del sector más conservador.
Según fuentes del Vaticano, “Burke está negociando para que logre ser nombrado Pietro Parolin, pero que a su vez nombre a Peter Erdó como secretario de Estado”, reveló la analista.
El rol diplomático y la necesidad de unidad
El nombre de Pietro Parolin no es nuevo en la política vaticana. Fue elegido por Francisco por su habilidad diplomática. “Sabía manejar muy bien las relaciones con todos los continentes”, destacó Cornejo. El escenario actual, sin embargo, es más complejo: muchos cardenales son nuevos y las divisiones internas requieren negociaciones anticipadas.
“El promedio de las últimas diez elecciones papales ha sido de 2,5 días”, advierte. Superar ese plazo podría enviar señales de fractura dentro de la Iglesia.
Papa y secretario de Estado: dos esferas de poder
Para cerrar, Cornejo explicó la diferencia entre ambas figuras: “El Papa se dedica a lo religioso y la figura espiritual; el secretario de Estado gestiona la diplomacia global”. En ese sentido, “Peter Erdó es una moneda de negociación importante porque tiene muy buena comunicación a nivel global”.